domingo, 12 de mayo de 2013

Crónica XVI Media Maratón Zaragoza (12 de mayo de 2013).

A decir verdad, el titular de esta entrada ya lo tenía pensado desde hace un par de semanas, muestra de que no hay mas ciego que el que no quiere ver. Tenía preparados: "Crónica de un fracaso anunciado", "Eres lo que entrenas" y "No se le pueden pedir peras al olmo", en este orden.
Y así ha transcurrido la Media Maratón de esta mañana, un querer y no poder. Vamos a narrar el día:
Tras no hacer ninguna salida en toda la semana, y hacer mis pinitos en el noble oficio de albañil, arreglando el trastero junto a mi suegro, pasamos un fin de semana muy tranquilo, preparando todo el sábado para no dejar nada al azar la mañana del domingo. Como los horarios del tranvía son un cachondeo, decido coger el 40 para bajar al centro. Con tiempo suficiente llego a la Seo, caliento tranquilito, y cuando faltan 5 minutos me meto en la zona de salida. He llevado un impermeable para no pasar frío, que enseguida tiraré a la cuneta, nada mas empezar. Me coloco al lado del globo de 1:40, sabiendo que no es este mi objetivo, pero queriendo, como el año pasado, pasar la zona del Arco del Dean lo antes posible para evitar aglomeraciones, y salir a la ribera ya a mi ritmo.
Estos 3 primeros kilómetros los hago a 4:56, y al salir a la ribera empiezo a regular. Enseguida me pasa el globo de 1:45, tampoco me importa, sé que no le puedo mantener el ritmo. El correr sin nadie que te acompañe también es un poco descorazonador, entre dos o tres personas siempre das mas de ti, y para no fallar al otro, eso te da un plus de competitividad que se puede traducir en algunos segundos por kilómetro.
Tengo bastante claro que mis piernas no son las del año pasado, que no he preparado en absoluto esta carrera ni en tipos de entreno, ni en volumen, ni en series, por lo que, dentro de que me voy encontrando bastante atrancado, tampoco me vengo abajo. Paso el km 10, junto al Puente de Hierro, en 51:01, casi 2 minutos más que hace un año. El avituallamiento lo han adelantado como medio km antes de donde estaba el año pasado, por lo que me pilla de sorpresa y me tengo que sacar y tomar el gel a la vez que sostengo la botella con la otra mano y bebo agua (lo que suele llamarse "a dos carrillos").
Destacar en varios puntos la presencia de animaciones de colegios, que yo creo que se lo han pasado los niños mejor que la mayoría de los corredores. Al pasar por ellos no podía por menos que aplaudirles y animarles, a pesar de perder mi paso, estaban geniales.
Comienzo mi segunda vuelta... ¡uff! Qué largo se me va a hacer. Los km del 10 al 15 han sido los peores de la carrera (¡5:18 de media!), y los peores comparando tiempos con los del año pasado. En el km 14 me alcanza el globo de 1:50, un poco de sorpresa porque sabía que no iba bien, pero no me lo esperaba tan pronto. Veo que es mi blogero favorito, Jorge Jariod, uno de los artífices de que me enganchara a este mundillo. Le dejo ir unos metros, pero teniendo claro que lo quiero tener a la vista y no perder su referencia. El avituallamiento del km 15 sí que lo hago con tiempo, me tomo mi gel unos metros antes, cojo agua, un trago, y me la guardo en la cintura para subir la rampa del puente del tercer milenio. El aire pega bastante de costado, y todos intentamos coger rebufo a la derecha de otro corredor. Yo como soy gilipollas me quedo en un hueco sin nadie en varios metros y me chupo todo. Aquí veo que Jorge suelta su globo, supongo que obligado por el aire. En la rampa de bajada, bebo otro poco de agua, y decido ir recortándole distancia poco a poco, para intentar acabar cerca del 1:50 como mal menor. En un kilómetro y pico le recorto casi toda la diferencia (tampoco es para echar cohetes, ¡eh!, que es la liebre de 5:12 de media). Por lo menos no pierdo el humor en las fotos:
Fotografía cortesía de http://www.andandaeh.com 
Pero cuando vamos a girar a la Calle Cosuenda para dar la vuelta de 2,3 km por el Paseo Longares, veo que se echa a un lado. Le digo ¿qué haces?... y me contesta "os espero a la vuelta". Me quedo sin referencia ni nadie a quien remontar. No sé si tendría algún tipo de problema, pero en ese momento nos ha fastidiado. Jorge, un respetuoso minipunto negativo.
Así que intento mantener el ritmo sin referencias, e ir descontando ya los metros que van quedando y traducirlos a vueltas de 1.500 del parque grande: ¡Animo, que sólo queda vuelta y media!.
Al volver a salir en el km casi 20 le invito de nuevo a que siga conmigo (yo egoístamente a ver si me marca ritmo), pero sigue esperando, según sus cuentas aún le falta un poco para reanudar la marcha.
Enfilo la recta contra el aire hasta el Puente de Piedra, y por el reloj veo que voy a andar cerca del 1:50. A pesar de intentar un último arreón, la pequeña rampa de subida al Puente de Piedra me acaba por matar, y veo que me van a sobrar algunos segundos. Finalmente entro en 1:50:27, 3:50 peor que el año pasado, y en la posición 1618 de 2411. El año pasado estuve justo a mitad de tabla. Es lo que hay.

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