martes, 25 de marzo de 2014

Crónica VIII Carrera del Ebro Trail 30,7 km

Sin mucha motivación, ya que a estas alturas hubiera preferido correr una media, pero condicionado por las obligaciones familiares, nos plantamos en la línea de salida de esta bonita carrera que discurre por el páramo del campo de maniobras de San Gregorio, al NW de Zaragoza.
La preparación de este año es bastante mas amplia y concisa que la del anterior, por lo que rebajar la marca del año pasado de 3h07m parece a priori fácil y obligado. Viernes y sábado llenamos de hidratos, aunque cada vez me cuesta mas comer y cenar pasta dos días seguidos, por lo que el sábado por la noche sólo cené fruta y yogur.
Las previsiones en Marzo siempre van variando, y el domingo se anuncia alerta por cierzo en la ribera del Ebro, lo cual por lo menos aleja las nubes y no deja que llueva, aunque no sé qué es peor.
Bueno, nos acercamos Kike y yo en el tranvía a la salida, la mañana es fresca pero no tan fría como anunciaban, así que igual me he pasado un poco de ropa.

A las 9 en punto se da la salida, y enseguida dejamos el CAD para subir hacía la carretera de Huesca y entrar en el campo de maniobras. El año pasado salí muy tranquilo consciente de lo que me esperaba, este año a un ritmo mas vivo, ya que tenemos mas fondo cogido y hay que conseguir el objetivo mínimo de bajar de 3 horas.
Foto de Miguel A. Alaman
El terreno va picando hacia arriba, con un km 5 mas duro que los otros, y poco a poco vamos empezando a notar cierzo de cara, pero no muy fuerte. Voy ascendiendo sin mirar mucho el reloj, unos 25 seg mas rápido por km que el año anterior.
Pasado el km 8 hacemos un doble quiebro del terreno, y aquí ya si el cierzo nos empieza a soplar completamente de cara y muy fuerte. Nos ponemos todos en grupitos, intentando quitarnos unos a otros el aire. Yo chupo un par de veces rueda, pero enseguida me dejan pasar y se me pegan a la espalda. Qué vamos a hacer, uno es corpulento y tapa mejor el aire. Así que a agachar la cabeza y encoger los hombros (postura cheposa zaragozana) y a seguir subiendo. Aquí el ritmo obviamente se resiente respecto al año pasado. En el km casi 11 me tomo mi primer gel, casi coronando. Pasamos cerca de la antena, pero no tan cerca como el año pasado, e iniciamos el descenso. Este trocito que yo recuerde es la única variación del recorrido respecto al año pasado.
Todos los que tenemos un poco estudiado el recorrido rogamos que llegue esta zona del km 12 al 17 donde el terreno es favorable y se puede recuperar el esfuerzo de la subida, pero este año es diferente. El cierzo sigue soplando de frente y se hace complicado hasta avanzar cuesta abajo. Cumplido el km 14 giramos de dirección y ya no nos pega el cierzo de frente. Vamos por el Barranco de los Lecheros dirección Alfocea, que está protegido y no entra el aire. Llegamos al km 15, segundo avituallamiento. Aquí relleno el bidón de agua y cojo una botella de isotónico. El año pasado me la bebí entera y me vino muy bien, pero este año no me apetece nada, no me entra. También es verdad que el año pasado hacía mas calor, y este lo que estamos es atontados del cierzo de cara. Así que bebo media a duras penas y la tiro antes de comenzar la segunda parte de la carrera. Hasta aquí, midiéndolo luego a posteriori, llevo ganados 4 minutos respecto al tiempo del año pasado.
Aquí empieza lo verdaderamente duro y donde se pierden o ganan los minutos, del km 17 al 22,5 tenemos varias rampas de subida muy duras, combinadas con alguna bajada, y es donde el año pasado flojé y empecé a perder una minutada. La primera rampa dura, la del km 17, la mas dura para mí del recorrido, la subo hasta mas de la mitad corriendo, antes de ponerme a andar un poquito. Casi sin coronarla, vuelvo a correr. Me veo bien y tengo claro que aquí es donde tengo que sufrir para bajar tiempo. Esta rampa y la del km 18 tienen luego una zona de descenso, donde se que puedo recuperar.
Mentalmente voy descontando lo que queda para el km 22,5, donde se corona y se tiene una panorámica del valle del Gállego a la izquierda y de Zaragoza y el valle del Ebro de frente. Además, en la rampa del km 18, noto que en cierzo nos empieza a entrar de espaldas y nos ayuda a subir, cosa que se agradece mucho a la hora de no ponerte a andar y seguir trotando.
Vamos ascendiendo y pasamos el km 19, 20, 21....con sufrimiento pero ayudados un poco por el aire, conseguimos coronar a duras penas, habiendo andando sólo en esas dos primeras rampas duras. Aquí arriba contemplo las vistas, pero tengo un pequeño momento de flaqueza, he coronado mi meta parcial, pero ahora queda mentalizarse que queda zona de descenso, la última subida, bajar y llanear hasta la meta...7,5 km. Aunque no me apetece nada, me tomo un segundo gel, esta vez un tubo pequeñito, porque no me entra otra cosa. En esta zona del 17 al 22 he recortado 5 minutos respecto del tiempo del año pasado.
Foto de Alberto Casas
Nos juntamos con la carrera de 14 km que han salido hora y media mas tarde y que hacen un bucle bastante mas corto que el nuestro. El año pasado no me molestaron en absoluto, pero este año encuentro mas gente, que ocupan toda la pista, y me tengo que ir varias veces por los sembrados para adelantar, con la paliza que llevas encima. Cogemos el último avituallamiento, del que bebo dos sorbos y vale, y salimos del campo de maniobras.
Aquí hay un quiebro de apenas 500 m contra el aire, que vuelve a hacerse eterno. Enfilamos ya cuesta abajo, por camino con mucha piedra suelta, hacia la última subida. Esta zona con cuidado, porque hay bastante gente de la carrera corta, y si adelanto me tengo que meter por la zona de mas piedras.
Llegamos a la última subida, la de la culebrilla. Desde la mitad la subimos andando fuerte, y arriba en cuanto se puede ya a trotar.
Fotos de Andandaeh
Descenso rápido de la culebrilla, veo a mis suegros que se han acercado a Juslibol a verme, y enfilamos la recta contra el aire de nuevo hacia la ribera. Es apenas 1 km, pero se hace eterno y no consigo coger rueda de nadie que me tape. En cuanto giramos, abro los brazos y dejo que me entre todo el cierzo posible de espaldas, ahora quedan poco mas de 3 km y no podemos tirar por tierra todo el esfuerzo realizado.
A ritmos medios de 5:25 m/km, que para llevar 28 km encima no están mal, vamos ya viendo a lo lejos los focos de luz del estadio, con lo que vamos dando lo poquito que nos queda. Cruzamos por el interior del abandonado parking norte de la expo, y llegamos a la pista. Allí están ya mi mujer y mis hijos esperándome, como además llego antes de lo que les dije, acaban de llegar y no se cansan de esperar. Doy la vuelta a la pista por la calle 2 y 3, adelantando gente de la carrera corta que van mas lentos, y sin esprintar, que ya no estamos para mas y por 5 segundos no nos vamos a pelear, llego a meta con 2h54m08seg reales y 2:54:20 totales.

Nada menos que 14 minutos menos que el año pasado, para 30,72 km según el Garmin, y con 600 m de desnivel positivo acumulado. Puesto 567 de 766 llegados a meta.
Bien, contento por cómo ha ido la carrera, no cansado, ni exultante, ....un poco apático, para que os voy a engañar, siento que no me he vaciado por completo, simplemente me he dedicado a correr cual autómata, dejando a un lado sentimientos ni ilusiones.
Cerca de la pista me llama mi mujer y mis hijos para darme una chaqueta, la verdad se agradece porque el día es desapacible. Me encuentro con Kike, que ha hecho 2h47m. Rapidito cogemos el caldo que ofrecen los militares, a los coches y a comer a La Cartuja.
Al día siguiente me encuentro muy entero, casi me apetece ya volver a salir....prueba de que no me he vaciado ni tal vez haya sufrido mas de lo estrictamente necesario.
    

viernes, 14 de marzo de 2014

Subida a la balseta y cresteo por los montes de Cuarte 20 km

Resumen quincena 1-15 Marzo:
Comenzamos el mes con la mente ya puesta en el inminente Trail 30 km de la Carrera del Ebro del día 23. Es curioso, el año pasado fue el gran reto de la primera parte del año, y llegué muy justito de entrenos pero con mucha ilusión. Este año voy mucho mejor de forma, pero no tanto de ilusión, si os digo la verdad preferiría haber corrido una media, me daba igual Sabiñánigo que Calatayud, pero por distintos compromisos familiares parece que ninguna de las dos va a poder ser, así que me tendré que conformar con la del Ebro. El objetivo claro es bajar de las 3h (el año pasado 3:07:58), que aunque en principio debería ser un objetivo asumible, pegarle un bocado de 8 m no es moco de pavo, el que corréis lo sabéis de sobras. Y si no se puede, pues a disfrutar, éste es el perfil de la carrera.
Bueno, resumiendo un poco los entrenos de esta quincena. Comenzamos el lunes 3 con un rodaje progresivo por el canal de 10,5 km a ritmo vivo. El martes me hago unas series 5*1000 con 1:15 de recuperación. Salen a una media de 4:21, bien, mejorando respecto a las de hace un mes. Miércoles cincomarzada, pues a guardar fiesta. Jueves 6 un trote estándar de 7,2 km, guardando fuerzas para hacer tirada el viernes.Quedo con Kike para hacer una tirada, en principio cercana a 20 km. Pero me levanto con algo de fiebre y el pecho muy muy cargado. Un ibuprofeno y adelante, ya veremos hasta donde llegamos. Subimos el tiro de bola dirección a la balseta, pero al cruzar el cuarto cinturón, se le ocurre a Kike decir que si nos metemos entre éste y el AVE, por la derecha. Ala, allá que vamos. Enseguida veo que no es buena idea. La senda se acaba, y acabamos entre barranquizos y chabolas que mejor no acercarse. Menos mal que sabemos que vamos dirección al camino de Cuarte, al final tras km y medio malo salimos a dicho camino. Allí tomamos dirección hacia el Huerva y luego ya de vuelta, completando 13 km, los dos últimos por debajo de 5´. No hago todo lo que yo quisiera, pero por lo menos no perdemos el día.
El finde nos dan descanso del fútbol sala por lo que nos subimos a dar vuelta por Jaca. El sábado nos subimos a Canfranc y hacemos una salida guiada con raquetas, al igual que el año pasado, ya que nos gustó el tema. Esta vez recorremos la ladera Este, con inicio bastante mas tendido que la Olla de Estiviellas. Al bajar tengo un pequeño percance con la pared del trastero del vecino, pero bueno, para eso están los seguros.
Comenzamos la segunda semana el lunes con un suave trote de 7 km constatando que las pulsaciones han bajado y mucho, debido al entrenamiento. El martes otros 7 km regenerativos con Kike y el grupo del cole, y quedamos el miércoles para hacer tirada.

- Subida a la balseta y cresteo por los Montes de Cuarte 20 km: Nuevamente nos subimos Kike y el menda por el tiro de bola hasta la balseta. Es una subida muy tendida, que según el día se te puede atragantar mas o menos. Al llegar allí, breve parada, y Kike me dice de seguir una ruta que ha cargado en su reloj. A mí me mola mas las pistas que las sendas, pero bueno, allá vamos. Hacemos 5 km únicamente de sendas y cresteo, pero la verdad se me hacen eternos.
Dos rampas muy duras que subir andando, y dos bajadas que casi también, ya que mis zapatillas asfalteras no dejan hacer otra cosa. Fastidiando bastante el ritmo medio, salimos en el km 14 de nuevo al camino de la balsa, pero esta vez ya cuesta abajo. Hacemos los últimos 6 km a ritmo vivo, para acabar los 20 km en 1h55m. Buen entreno de cara a la del Ebro, y no acabamos reventados, sólo tocados. 
Bajamos comentando que sólo pensar hace dos-tres años que haríamos tiradas de 20 km y metiendo monte sólo de entreno y sin acabar muertos, nos parece increíble.
Al día siguiente Kike me dice que descansa, pero yo...pues no, ya descansaré el finde. Salgo muy suave y hago 6 km a bajas pulsaciones para recuperar las piernas. Finalmente el viernes rodaje de 10,1 km, para cerrar la semana y la quincena, con 90 km en 9 salidas.
La semana que viene toca tapering o bajada de km, si acaso el martes haremos algo mas largo, para ir guardando ya para el domingo 23. A ver si nos vamos concienciando y animando.
Por cierto, os dejo el enlace de un vídeo sobre un reto personal en la maratón de Zaragoza. Emotivo para mí por recordar los lugares por donde pasé:   http://vimeo.com/85734052