domingo, 15 de septiembre de 2013

1 - 15 Septiembre 2013: A 35 revoluciones.

Quincena específica de preparación de la maratón, ya afinando la puesta a punto. Llevo como mes y medio siguiendo a rajatabla el planning sub 4h en cuanto a pulsaciones, e incrementando los kilometrajes respecto a lo indicado una media del 10 % y los ritmos entre un 15 y un 20 %, por lo que los no entendidos pensarían que hacer luego la marca debe ser cosa fácil, pero cuando hablamos de la distancia mítica, las reglas escritas comienzan a perder su sentido.
A dos semanas vista, comienzan a surgir las dudas, el miedo, el respeto hacia la distancia y su terrible muro cuando se acaben las reservas de glucógeno, a saber cómo va a responder tu cuerpo a partir del km 30, cuando de verdad comienza a correrse la maratón y tienes que emular a Filípides.
La semana pasada fui al cardiólogo, para hacerme una prueba de esfuerzo, holter y ecografía de corazón, a raíz de un aumento repentino de pulsaciones que tuve en los últimos días de playa, y porque la prevención siempre es muy necesaria. El holter arrojó únicamente episodios de bradicardia (ritmo lento de pulsaciones), con una frecuencia mínima nocturna de 35 ppm y diurna de 39 ppm. La prueba de esfuerzo, como ya había hecho una hace tres años, la hice completa hasta el final, con pulsaciones máximas de 171, bien de todo, pero con comportamiento hipertensivo a altas pulsaciones, por lo que me recomendó trabajar hasta 150 ppm, tratando de no ir mucho mas alto. Por último, la ecocardiografía reflejó insuficiencia mitral moderada e insuficiencia aórtica ligera, lo que traducido al cristiano, significa que al bombear el corazón, la válvula que separa aurícula y ventrículo no cierra 100 %, y una pequeña porción de sangre refluja hacia la primera. Esto puede ser de nacimiento, así que con revisiones para ver que no aumenta es suficiente.
Bueno, pues la sensación al salir del cardiólogo os podeis imaginar que era muy "descorazonadora", nunca mejor dicho. Aunque mi mujer le preguntó como 4 veces si podía correr la maratón y respondió que por supuesto, pero no a 170 ppm de media, sales con muchos miedos. Esta sensación es rara, pensando si en cualquier momento se te puede parar la patata. Pero realmente lleva 40 años funcionando... Es como con un coche nuevo, a los días se te olvida el acongojo y ya a funcionar. 
Al hilo de esto, constatar la conveniencia de seguir un planning por pulsaciones, en lugar de por ritmos, porque si un día estás mas cansado, resfriado, o cualquier circunstancia, no te obligas a pegarte un palizón por seguir una pauta de ritmo, por encima de tus posibilidades en ese día concreto. De esta manera te aseguras un entreno "saludable" e indicado para tu objetivo preparatorio.
De esta manera, y aunque los ritmos actuales son un poquito mas lentos, puedo afirmar que de 6 mese a esta parte, las pulsaciones en una tirada larga han bajado por lo menos en 10, alcanzando actualmente medias de 145 ppm. 

Bueno, vamos a la faena, aunque siguiendo la hojita del planning se puede ver prácticamente lo hecho en estos días. El día 1 tocaba 2h30m de andada a ritmo vivo, así que desde la casa de Jaca, bajo a la orilla del río Gas, y cojo el camino de Atarés, que asciende hacia el Monte de Larbesa. Arriba giro hacia Peña Oroel, hasta salir al mismo Puerto de Oroel, y luego bajo por Fontazones de nuevo hacia casa. 17,5 km en 2h33m, 450 m D+ y media de 8:48 m/km, que para ir andando no está mal.
Comenzamos semana intensa: Martes rodaje de 50´ a 148 ppm (9,3 km), Miércoles 12 km de interval, comenzando con 3 km de calentamiento, y luego un 3000+2000+1000 m rápidos, con 1 km lento entre ellos. Entreno muy completo, con tiempos en los km rápidos de (4:45+4:41+4:36)+(4:23+4:14)+(4:07), que te deja con buen sabor. Jueves un variado con algo de desnivel por Valdegurriana, 40´ a 145 ppm (7,4 km) mas 8 rectas. Sábado rodaje suave de 25´ a 145 ppm (5 km) mas 5 rectas, y guardamos el domingo para la gran tirada.
En principio la idea era hacerla por la mañana, como de costumbre, y luego, tras la ducha, acercarnos a Calatayud a ver a la nueva sobrina, pasar por Miedes a comer, y vuelta. Pero sale lloviendo bastante y decidimos hacerlo a la inversa. Vamos a Calatayud, y aparte del disgusto de que no les dejan pasar al hospital a mis hijos (viajes en balde para ellos), mi mujer se queda allí a acompañar a su prima el rato de mediodía y la primera parte de la tarde. Nada, subimos a Miedes, comemos, y luego nos volvemos a bajar al Hospital, hasta que llega gente al relevo, y nos podemos volver ya para Zaragoza, con mis hijos cabreados tras hacer 3 horas de coche y 2 de pasillo de hospital. Tras una breve visita por el complejo de Torrero, llegamos a La Cartuja cerca de las 19:30 h. ¿Qué hago, si se me va a hacer de noche?. Dudando entre si dejar la salida para el lunes o no, se me ocurre la idea de salir a rodar por el canal dirección Zaragoza, y si me veo cansado me vuelvo antes de que anochezca, y si no ya corro hasta las 2h30m programados dentro de Zaragoza y que me vengan a buscar luego. 
Una de las cosas que voy aprendiendo con el paso de los años es a tomarme las cosas con calma y como vienen, porque el domingo que llevaba no era para hacer el test mas importante previo al maratón precisamente. Pero bueno, salgo canal adelante (bueno, realmente hacia atrás, que voy remontando), y china chano y contra el cierzo, atravieso Zaragoza hasta Valdefierro, donde se acaban las farolas me tomo un gel y doy la vuelta, tras 13 km y ya de noche, y a recorrer el resto del kilometraje por el canal y el parque grande. Con un ritmo algo lento pero constante voy tirando millas. En el km 17 me encuentro con Juanfran, joder que alegría tener alguien con quien hablar un rato, así pasan los km mas rápidos. En el km 23 ya se va para casa, pero me queda poco. Acabo con 26 km en 2h30m, a 145 ppm de media y sin haber parado. Jodido pero contento...
La diferencia de otras veces con el ritmo de entrenamientos actual, es que antes te pegabas un día de paliza y tres de agujetas, ahora tienes un estado de cansancio permanente pero plano, el lunes realmente no tuve ninguna secuela de la tirada "nocturna" del domingo.
Comenzamos la segunda semana de Septiembre el Martes con un trote de 40´ a 145 ppm (7,5 km) y 4 rectas. El miércoles, tras la mudanza ya a Zaragoza y el inicio del curso escolar, tocan 70´ a 145 ppm (12,5 km) muy bien acompañado por Héctor, charrando todo el camino, y el Jueves nueva sesión de 11 km de interval, esta vez con 20´ de calentamiento, 4 rectas, y 15 repeticiones de un minuto rápido - un minuto lento, dejando una bonita gráfica.
Para finalizar la quincena nos queda otro fin de semana completito. Tras otra subida a Miedes, el sábado me levanto con pocas ganas, pero hay que hacer una tirada de 1h45m. Salgo dirección a Langa, con la carretera picando para arriba, con idea de hacer una especie de progresivo, 55´ a 5:55 m/km, y la vuelta 50´ a 5:30 m/km, para finalizar con 19 km en 1h48m, a 5:42 m/km de media y 148 ppm, sufirendo para acabar.
Sin embrago, a la mañana siguiente tengo una "macroquedada" en el Parque Grande, con las liebres y corredores de la Maratón, como un entreno suave de 10 km a ritmo sub4h. Divertido y ameno, recorremos esos 10 km para ir conociéndonos. 10 km pues al haber, con una muy buena media de 142 ppm. La verdad podría haber hecho el entreno con una o dos liebres mas adelante, ya que me notaba muy sobrado, pero la idea es ir haciendo piña para el día 29, que no es lo mismo salir para hacer 10 que 42 km.
Bueno, teóricamente el trabajo para la maratón ya está hecho, ahora estas dos semanas hay que entrenar bajando el pistón para ir guardando fuerzas ya con vistas a la prueba. 134 km en 10 entrenos y un día de 17 km de "marcheta" es lo que ha dado de sí el tema, cumpliendo al 110 % el planning establecido.

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