miércoles, 18 de septiembre de 2013

Análisis Previo VII Maratón Zaragoza, 29-09-2013

Nada mejor para debutar en la mítica distancia, la carrera de fondo por excelencia, que recorrer las calles de mi ciudad, esa que me ha visto nacer y crecer como persona. Sobre el itinerario marcado se han leído todo tipo de comentarios, pero teniendo en cuenta al puñetero tranvía que ha partido la ciudad en dos y ha destrozado la red pública de transporte, creo que poco mas se puede hacer para recorrer 42 km sin salirte del casco urbano.
La carrera comienza en la avenida principal del Parque Grande, a escasos 5 minutos de mi casa, por lo que no tengo que pensar por lo menos en cómo llegar o con cuanto tiempo de margen, puedo salir muy poquito antes y directamente a calentar.
Los 14 primeros km trascurren dando vueltas dentro del parque y por el canal imperial, ambas zonas por donde corro siempre, por lo que "corro en casa". Destacar únicamente las rampitas de subida por el lateral de Marianistas y la de la calle África, pequeñas tachuelas que además al estar al inicio no deberían ni de notar las piernas. En la calle África está el primer avituallamiento, donde aunque no te lo pida el cuerpo habrá que beber un poquito de agua, y el segundo en el canal en la zona de Marianistas, allí sí que llevo idea de tomarme mi primer gel.
La segunda zona en que dividiría el recorrido sería entre los km 14 y 22. En el 14 se sale al Paseo Cuellar, y comienzan unos kilómetros favorables, bajando por el Camino de Las Torres, Tenor Fleta, San José, Cesáreo Alierta, por casa de mis padres a coger Miguel Servet, mi colegio de EGB, vuelta al Parque Torrerramona y salir el tercer cinturón para bajar hasta la ribera. Todos estos km deberían ser propicios para coger ritmo de crucero y no desgastarse en exceso. En el km 20 me tomaré el segundo gel.
La tercera zona, el "centro", sería del km 22 al 29. Se sube por toda la ribera hasta La Seo, con el posible cierzo en contra, y luego se inicia una vuelta de 3 km por el casco viejo, pasando por el Arco del Deán, San Vicente de Paúl, Don Jaime, Alfonso I, Plaza del Pilar, hasta salir al Puente de Piedra. Tras pasar el Puente de Piedra se avanza por la margen izquierda hasta el de Hierro, donde volvemos a crucar y ya bajamos toda la ribera de nuevo hasta el puente del Tercer Cinturón.
La cuarta fase, la mas temible bajo mi punto de vista, va del km 29 al 36. Allí subimos la rampa del Tercer Cinturón, que aunque no es nada, pero en la media maratón se me suele atragantar, por lo que aquí con mas km en las piernas supongo que también. Tras cruzar el puente, remontamos por la margen izquierda, de nuevo expuestos al posible cierzo, hasta coger el Paseo Longares, donde se hace una vuelta idéntica a la de la media, y se sale de nuevo a la ribera ya dirección a la Expo. Pongo el punto y aparte en este punto porque desde aquí ya se divisa la zona Expo de meta y hay que apretar los dientes. Entiendo que será el tramo mas duro porque se une los km acumulados y ser la zona mas vacía de casas y de público.
La última zona, del km 36 a meta, se inicia pasando por debajo del Puente de Santiago en el único punto que se puede no molestar al señor tranvía, cruzando luego por el puente de la Almozara, atravesando la Química y volviendo a cruzar por la Pasarela del Voluntariado, para hacer un bucle por la Av. Ranillas, salir a Ruiz Picasso, e internarnos ya dentro de la Expo, donde a la altura del Pabellón de España se encuentra la meta. 
Poco mas se puede pedir de un recorrido que sale al lado de tu casa, pasa por tus lugares de entreno diario, por la casa de tus padres donde has vivido de niño, por tu ruta de primaria para ir al cole, por todo el centro y  la Plaza del Pilar, y acabar en el recinto Expo.

Una vez inscrito en la carrera y a 10 días vista, sólo queda afinar la forma con los últimos entrenos, cuidar la sinusitis que arrastro desde hace un tiempo, y no ponerse excesivamente nervioso, realmente en la primera maratón hay que salir a acabar y a disfrutar. 
A continuación pongo dos enlaces con artículos interesantes sobre la psicología necesaria a la hora de afrontar una maratón, donde explica las fases por las que todo corredor pasamos a lo largo de una carrera de fondo (Euforia, Charla, Transición, Latente, Sufrimiento y Éxtasis) y cómo adelantarse para afrontar mejor esos momentos de debilidad que a todos nos llegan una vez que nos abandonan las fuerzas en la parte final de la carrera.

Al hilo de esto en el entreno del domingo en el Parque Grande con las liebres me surgieron las dudas. Por un lado ves que el ritmo de la liebre sub 4h puede ser un poco lento de inicio, pero a partir de mitad de carrera igual sí que te gustaría agarrarte a ella como a un clavo ardiendo. Mi duda, que no resolveré seguro hasta que esté dentro de la carrera, es si "frenarme" al inicio para luego hacer piña con la liebre, o si me veo bien tirar un poco para adelante, y luego cuando venga el bajón dejar que te coja e intentar agarrarte a ella.

2 comentarios:

  1. Hola. He corrido todos los años, y respecto a tus dudas de los primeros kilómetros, yo lo tengo muy claro y me ha ido muy bien. Sin forzar, dejarse llevar y al ser en descenso (sobre todo la cuesta del parque, que se baja a mucha velocidad, y en Cuellar) se gana un colchón importante de tiempo, que para la moral y para ir dosificándolo el resto de carrera viene muy bien. Así si te alcanza la liebre hacia el km 30, ya te protegerá el grupo en los kms más duros (sobre todo si sopla cierzo)

    Mucha suerte y nos vemos.

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  2. Si este blogero lleva intención de seguir metiéndose con el tranvía servidor se borra de su actual estatus de fan nº 1. Avisaditos estamos

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