miércoles, 13 de marzo de 2013

VII Carrera del Ebro, Trail 30 km, la contracrónica.


Siempre que pasa uno de estos días señalados que llevas esperando tanto tiempo, me gusta a posteriori tomarle el regusto a las sensaciones, es como leer los posos de una buena copa que estás a punto de terminar. Te queda la sensación de vacío, de objetivo cumplido pero del desamparo de no tener un aliciente nuevo ya a la vuelta de la esquina que sea lo suficientemente bueno para volverte a hipermotivar inmediatamente.
Está claro que en estos momentos, no siempre  puedes marcarte objetivos superiores al anterior, a veces éstos deben ser realistas o mas asumibles que lo conseguido, no se puede siempre ir a mas y a mas.
Como primera reflexión de esta carrera del Ebro, una vez pasada la euforia propia de la carrera, ver que mi estado de forma en el cual llegué a ella no era el mejor posible, ya que el último mes no pude realizar mas que dos entrenamientos por semana, pero tener claro igualmente que una mejor preparación me podría haber aupado qué…¿5 minutos menos?...¿Igualar como mucho las 3 horas?... Tampoco hubiera cambiado mucho el tema.
Salir salí muy lento y tranquilo, miedoso o precavido puede ser… tanto, que mirando los reportajes de fotos, en los km 5 al 8 apenas parece que llevo detrás a 15 o 20 corredores, y muchos de ellos no llegaron a meta…
Fotografía cortesía de Celedonio García (http://aragonia-pedestrismo.blogspot.com.es/)
Un detalle a comentar es que si me hubiera ido parando a recoger todos los geles que veía que se habían caído enteros (porque tenían el precinto puesto) igual tenía para todo un año. Es verdad que un poco guarros somos (yo me incluyo, aunque guardé los envoltorios hasta que encontré un militar al que dárselos), yo que iba de “coche escoba”, había cunetas repletas de botellas y geles. También no es menos cierto que tras los avituallamientos, había varios cubos, pero la mayoría estaban demasiado cerca del avituallamiento como para depositar allí la botella. Es imaginable que 50 m después de coger la botella no la puedes tirar, ¡si no te ha dado tiempo ni a darle el primer sorbo!…
Como ya comenté, la carrera se diferenciaba en 4 partes bien distintas, que yo me había marcado a fuego. Las dos primeras creo que las solventé tranquilo, a la marcheta y sin cansarme, y la tercera fue la que mas se me atragantó, tanta subida y bajada junta, y con los kilómetros ya acumulados, dejan “marca”. Supongo que como a la mayoría, esta tercera zona fue la mas dura física, e incluso mas, psicológicamente.
Fotografía cortesía de Celedonio García (http://aragonia-pedestrismo.blogspot.com.es/)
Comparando los parciales con mas gente, veo que mi peor zona fue de los km 19 al 27, esos 9 km me salieron a una media de 6:35 m/km, e hizo que el objetivo de las 3 horas me quedase bastante lejos. Hasta el km 18, habiendo andado ya los dos primeros “muros” de la segunda parte de carrera, mantenía una media justo por debajo de 6´. Este peor tramo alberga toda la zona de subida de la segunda parte de carrera, la última cuesta y bajada de la culebrilla, y la recta contra el aire hasta coger la ribera del río. Es la zona en la que andé en las subidas mas duras, y luego me paré a ver a la familia y darles un abrazo, pero esos segundos los recuperé moralmente.
Curiosamente, desde este giro a la ribera y hasta meta (km 27 al 30), se pueden calificar de mis “mejores” km, comparativamente con otros parciales de varios corredores. Igual eran mis ganas de llegar y acabar ya con el sufrimiento, la ilusión de acabar, los ánimos recibidos…, o simplemente que, ante la igualdad de escasez de fuerzas, mi trote cansino es mas eficiente comparativamente que otros. Incluso mi último medio km me salió a 5´ pelados.
De la organización y recorrido tengo poco o nada que objetar, todo perfecto. Los avituallamientos un poco espaciados si no llevabas bidón encima. Seguro que al año que viene, si es el recorrido similar, sale mas gente con agua encima.
Ahora, volviendo al primer párrafo de esta entrada, toca ponerse objetivos  para retomar una rutina de entrenamiento. La media maratón de Sabiñánigo, que he corrido los dos años anteriores, creo que éste no va poder ser, por la cercanía con la del Ebro y el poco tiempo para recuperar. Me marco como objetivo la Media de Zaragoza, el 12 de Mayo, para lo cual, tampoco vendría mal correr la de Calatayud, el 14 de Abril, aunque podría ser conveniente tomársela como entrenamiento, y para ver en qué tiempos me puedo mover, si me puedo acercar al 1:45 del año pasado o estoy peor de forma.
Por cierto, aprovechando el final de las rebajas, me compré otras Adidas Supernova Glide, esta vez la versión 4, para cuando las que llevo ahora (versión 3) acaben su vida útil.

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