miércoles, 27 de febrero de 2013

11-28 Febrero 2013: Preparación conseguida.


Con la intención de recuperar la rodilla y la pesadez en las piernas, decido hacer dos entrenos por semana, uno de 10 km y otro tirada larga para preparar la Carrera del Ebro. El miércoles 13 salgo sin rumbo fijo, hace aire, por lo que me restrinjo a un circuito de 900 m al ladito de la fuente del Batallador, para intentar taparme del aire. Hago 4 km aumentando el ritmo progresivamente, luego paro un minutillo a estirar, y sigo… Al final me invento un entreno de ritmo 4000+3000+2000+1000, donde la verdad es que en lugar de ir en progresión de ritmo voy casi en regresión, pero bueno, 10 km y entreno fraccionado. Dejo pasar 3 días y el sábado salgo a media mañana para una tirada larga por el canal. Inicio con un ritmo muy tranquilo, cuidando los pinchazos, y a ver hasta donde llego. Como el día es buenísimo, con sol y sin aire ¡por fín!, voy avanzando, y llego hasta el parque lineal de Plaza. Me tomo un gel, y sin parar, de vuelta. Con algo de esfuerzo, que esto no es gratis, completamos 20,1 km en 1:53, haciendo únicamente dos paradas rápidas en dos fuentes a repostar y refrigerar. Ya tenemos el mínimo de una tirada de 20 km que nos habíamos marcado como preparación antes de la carrera.
Tras estirar y la duchita, me doy una muestra de gel frío “Ice Power” que me dieron en una carrera, y la verdad es que te deja las piernas nuevas. La crioterapia tiene efectos anestésicos y antiinflamatorios, por lo que es muy recomendable para sobrecargas, ayudando en la recuperación muscular y articular. Me compro un bote.
Es muy buena costumbre darse crema, hielo o agua fría después de un entreno largo, es como meter los neumáticos en agua…
Dejo 3 días para descansar, y el martes 19 hago otro trote de 10 km, tranquilo pero cansado, la rodilla molesta pero no en exceso. Las pulsaciones vuelven a estar un poco altas, pero supongo que serán restos de la tirada del sábado, que hacer 20 km de manera “habitual” como preparación desde luego no es nada desdeñable para mí.
Recupero hasta el sábado. La verdad son muchos días entre entrenos, pero prefiero ir recuperando completamente las molestias entre uno y otro, y la verdad se nota esta amplitud. El sábado 23 sale un día de perros, rachas de aire de mas de 100 km/h, sensación térmica de -6º C a las 13h, muchos árboles tirados, los parques precintados… Pero a las 12 decido salir, bien tapado. El inicio es duro, muchísimo aire y frío, pero poco a poco voy avanzando, saltando ramas y piñas de los árboles. Decido hacer un circuito por la ribera del canal imperial, desde el puente del Paseo Renovales hasta el de la subida al Parque de Atracciones. Son vueltas de algo menos de 4 km, pero tiene varios tramos algo tapados del aire, por lo menos evito que me dé de frente y a tope. A ritmo tranquilo, voy haciendo km, hasta completar 20,2 km en 1:55. Llego un poco tarde a casa a comer, pero bueno, esto cuesta lo que cuesta…. Ducha y gel frío, va muy muy bien, al día siguiente estás nuevo, sin dolores.
Contento por completar dos entrenos de 20 km en 7 días. Dejo pasar 4 días y el miércoles 27 hago 12,5 km a ritmo estándar, 5:15, progresivos, para completar un mes con pocos km, 105 en 8 salidas, pero con las tiradas planificadas realizadas.
Como puntos negativos del mes el no poder hacer más de dos entrenos por semana, por precaución, y el no poder meter cuestas, para trabajar algo mas la fuerza. Lo bueno de  darte días holgados de descanso es que hace que tengas mono de correr, lo coges con ganas y no te empiezan a doler las piernas a los diez minutos.

“Un clima duro crea habitantes duros así que, maño, enróscate la boina bien preta a la cabeza y sal a la calle con coraje”.

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