Bien es verdad que cuando empezamos a correr con cierta frecuencia, empiezan a aparecer dolores en zonas y músculos que ni siquiera sabíamos que teníamos en el cuerpo, eso lo achacamos a la adaptación de la vida sedentaria a la activa, y entiendo que aparte de las típicas agujetas o dolores puntuales, no deberían ir mas allá, a no ser que sean principios de lesiones por causas varias como la mala técnica de carrera, zapatillas inadecuadas u otras diversas razones, en las cuales sí que deberíamos tomar cartas en el asunto.
En esta entrada quiero centrarme
en aquellas dolencias o molestias provocadas a largo plazo, sobre todo por
acumulación de km, sobrecargas, etc, y la forma mas correcta de tratarlas,
siempre desde mi óptica personal.
Una vez que llevas ya un tiempo
corriendo, empiezas a estancarte en tu progresión, que al principio es
meteórica, cada mes aumentas tu capacidad de devorar km o los haces mas rápido
que el anterior, pero claro, pronto encontramos el límite fisiológico natural
de cada uno, y aumentar la carga o el ritmo nos supone un esfuerzo muchas veces
ímprobo o improductivo.
Entonces te lanzas a Internet y
empiezas a devorar artículos de running, esperando encontrar la fórmula mágica
que te permita seguir progresando infinitamente.
Geles en carreras: Cuando pasas de la hora de esfuerzo en carreras,
tus reservas de glucógeno empiezan a agotarse, por lo que es recomendable tomar
algún aporte exterior de energía, que te permita seguir corriendo. Yo
personalmente tomo un gel de Decathlon sobre el km 10 (siempre bebiendo agua después),
cuando voy a superar los 15 km
de carrera. En las medias maratones suelo tomar dos, uno en el km 10 y otro en
el km 15, aunque el segundo ya suele caer peor al estómago. Todo esto es
cuestión de ir probándolo en entrenamientos, cada cuerpo es diferente y
necesita aportes distintos, nunca hacer probatinas en carreras.
Antes y después de las carreras también es bueno hidratarse, aparte de con agua, con algo de bebida isotónica. A mí me gusta especialmente Gatorade. Tampoco hay que atiborrarse de litros y litros de isotónica, la mayoría de los entrenos que realizamos los mortales no son tan tan extenuantes. Con 0,5 l repartidos entre antes y después puede ser suficiente, pero repito, cada uno es un mundo, y no es lo mismo verano que invierno, etc.
Suplementos Vitamínicos: Cuando sometes a tu cuerpo a épocas de mas
exigencia por los entrenos, es fácil que cojas resfriados o te notes decaído. No
es nada raro, no somos máquinas. A la ya de por sí dura vida diaria, con
trabajo, niños, etc, estamos los que sacamos un rato para irnos a cansarnos mas
en lugar de descansar. Aunque creo firmemente que por salir a correr no te
pones malo, incluso es muy bueno para descongestionar, sí es verdad que tras el
esfuerzo, tu cuerpo está mas debilitado y es mas propenso a coger cualquier
virus que circule por ahí. Por ello es recomendable tomar algún suplemento
vitamínico que te asegure, además de llevar una alimentación lo mas equilibrada
posible, el aporte de vitaminas y minerales que le estás exigiendo gastar a tu
organismo. Tras mirar varios, opté por tomar Supradyn día si día no, que SÓLO
lleva vitaminas y minerales, mejor que otros que llevan excitantes o
estimulantes como la taurina o la cafeína, que pueden ser buenos para un día
pero no para tomarlos regularmente. En este grupo también podría incluir un
medicamento homeopático llamado Oscillococinum, recomendado para no coger
gripes, y que se toma normalmente un día a la semana.
AINES: Con este nombre se engloba a los antiinflamatorios no esteroideos,
que nos solemos tomar cuando alguna zona de nuestro cuerpo nos empieza a doler
en demasía. Creo que todos tenemos un punto débil en nuestro organismo, aquel
que nos molesta cuando va a cambiar el tiempo, que nos duele por la mañana al
levantarnos, o que tras una hora y media de carrera notamos mas fatigado. En mi
caso y en el de muchísimos corredores son las rodillas, que son las que
soportan la repetición de impactos durante toda la actividad. Hay gente que se
toma regularmente un ibuprofeno antes de correr, así empieza la acción
antiinflamatoria antes de que la articulación tome temperatura y empiece a
“recalentarse”. En mi rodilla derecha tengo condromalacia rotuliana o “rodilla
del corredor”, que no es otra cosa que desgaste articular en general o del
cartílago de la rótula que permite el movimiento en particular. Hace ya dos
años tomo Condrosan (condroitín sulfato), 2 meses sí 2 meses no, que es un
medicamento que evita el desgaste excesivo del cartílago, aunque regenerar
supongo que no se puede. La verdad es que se nota, como todo no es la panacea,
pero mitiga las molestias.
Aparte de esto, ahora he empezado a tomar Artilog (celecoxib), que es otro antiinflamatorio mas específico que el ibuprofeno, y como todo, no es la solución, pero ayuda.
Cremas y Geles: En este apartado voy a incluir todas las cremas
locales que se aplican, sobre todo en piernas y rodillas, para ayudarles a
disminuir el dolor o a recuperar. Mi amigo Nabil me hizo ver la inutilidad de
tomarte un antiinflamatorio para todo el cuerpo cuando lo que te duele es una
muela, y la conveniencia, siempre que sea posible, de actuar directamente sólo
en la zona afectada sin necesidad de medicarte entero. Antes de empezar a
correr, me doy en la rodilla derecha una crema de harpagofito, Artiglio, que es
una crema antiinflamatoria, y te ayuda a dar elasticidad a los tendones de la
articulación. Con esto y con una rodillera de las de rótula libre, consigo
calentar la zona para correr. Al acabar el entreno, cuando éste ha sido muy
exigente, tenemos que procurar darle a las rodillas y piernas el efecto
contrario, es decir, enfriarlas, para evitar que el sobreuso provoque
inflamaciones y sobrecargas.
Hasta
hace muy poco no usaba nada de esto, pero en las últimas fechas comencé a darme
agua fría en las piernas, y la verdad se notaba mejoría, no instantánea, pero
sí a 24-48 horas de plazo, notas menos cargadas las piernas. Leyendo he
descubierto las bondades de la crioterapia o termoterapia, aplicación de frío
local, que provoca la disminución de la circulación sanguínea en las capaz
superficiales de la piel, lo que genera un efecto analgésico y
antiinflamatorio, ayudando a tratar
los daños en músculos, tendones, ligamentos, articulaciones, etc.,
después de traumatismos, inflamaciones, sobrecargas… Para ello puede servir la
bolsita de hielo en casa, o el gel frío Ice Power, que la verdad me lo acabo de
agenciar, pero de momento va de maravilla. Hay otra crema del Mercadona,
bastante mas económica, pero también con efectos mas modestos.
Bueno,
y con esto creo que he repasado todas las ayudas “externas” que he descubierto
hasta ahora en el tema de correr. Son todos opiniones personales, que nadie las
tome como dogmas. Además, como me he documentado vía Internet, puedo tener
informaciones erróneas. Pensaba haber titulado la entrada “El hombre medicina”,
como la canción de Siniestro Total.
He
probado un par de cosas que a mí no me han ido bien, pero no quiere decir que a
otros sí. No lo voy a poner muy grande porque tampoco quiero crearles mala
fama, sólo que a mí no me han resultado. El año pasado probé L-Carnitina, que
se supone que en largos esfuerzos, ayuda a movilizar las grasas, para que
cuando el organismo va agotando las reservas de glucógeno, pueda tirar de estas
grasas y transformarlas en energía. Y hace poco compré Colágeno con Magnesio,
complemento nutricional regenerador de cartílagos y tendones, pero a la semana
lo dejé porque aumentaba mogollón de peso, supongo que por retención de
líquidos.
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